En el mundo de las finanzas, la inversión en acciones ofrece una oportunidad sin igual para participar activamente en el crecimiento y la rentabilidad de una empresa. Sin embargo, a pesar de su importancia, la noción de la acción a menudo se utiliza de manera errónea y superficial en los medios populares como películas y videos de YouTube.
La realidad es que la acción es el concepto fundamental que estructura y sostiene el funcionamiento de una Sociedad Anónima (SA). Por esta razón, es imprescindible estudiarla cuidadosamente para comprender su papel esencial en el mundo corporativo.
En este artículo, exploraremos las diferentes clases de acciones, junto con los distintos valores asociados a estas, y los derechos que otorgan a sus tenedores. Además, profundizaremos en la versatilidad de las acciones como instrumentos financieros e ilustraremos cómo se pueden utilizar para cumplir ciertos objetivos de una SA o modificar su estructura de capital mediante algunas variantes poco frecuentes en México.
¿Qué es una acción?
De acuerdo con las notas del Licenciado Jorge Barrera Graf, la acción es un documento que emiten las SA y que representa una fracción de su capital social. Además, incorpora los derechos de su titular (el accionista), atribuyéndole la calidad o status de socio. Es considerada por la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM) como un título de crédito. Así lo indica el artículo 111:
Las acciones en que se divide el capital social de una sociedad anónima estarán representadas por títulos nominativos que servirán para acreditar y transmitir la calidad y los derechos de socio, y se regirán por las disposiciones relativas a valores literales, en lo que sea compatible con su naturaleza y no sea modificado por la presente Ley.
Del mismo modo, la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LTOC) reconoce a las acciones en su artículo 5 como:
[…] títulos de crédito, los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna.
Para empezar, es importante recordar que existen 3 clases de títulos crediticios:
- Aquellos que conceden derechos de cobro: letras, pagaré, cheques, bonos u obligaciones.
- Los que representan mercancías: conocimiento de embarque, certificados de depósito o bono de prenda.
- Los que incorporan derechos corporativos: las acciones, que son valores de fácil circulación que se emiten en serie o masa como parte alícuota del capital social.
¿Cuánto vale una acción?
Existen distintos valores que se pueden asociar con una acción. Estos valores son esenciales para comprender la dinámica y el funcionamiento de las empresas y los mercados financieros:
- Valor nominal: Es el valor asignado a la acción al momento de su emisión. Se calcula dividiendo el capital social de la empresa entre el número total de acciones emitidas. Este valor es fijo (aunque se tiene que considerar su respectiva actualización a inflación con el INPC – Índice Nacional de Precios al Consumidor) y no cambia con las fluctuaciones del mercado.
- Valor de mercado: Es el precio al que una acción se compra o vende en un mercado secundario, como la Bolsa Mexicana de Valores. Este valor fluctúa constantemente en función de la oferta y la demanda, así como de factores económicos, políticos y sociales.
- Valor intrínseco: Es el valor real de una acción, determinado por la situación financiera de la empresa, sus activos, pasivos, flujos de efectivo, perspectivas de crecimiento y otros factores fundamentales. Este valor es subjetivo y puede variar según la interpretación y análisis de cada inversionista.
- Valor contable o valor en libros: Es el valor neto de los activos de la empresa, menos sus pasivos, y que luego se divide entre el número de acciones en circulación. Este valor puede utilizarse como una aproximación al valor real de una acción, aunque no siempre coincide con su valor de mercado.
¿Cuál es la función de una acción y qué derechos otorga?
Además de representar una fracción del capital social de una empresa, las acciones también otorgan a sus tenedores ciertos derechos y responsabilidades:
- Derecho a participación en las utilidades: Los accionistas tienen derecho a recibir dividendos, que son pagos realizados por la empresa en función de sus utilidades y repartidos entre los accionistas según su participación accionaria.
- Derecho al voto: Los accionistas tienen derecho a participar y votar en las asambleas generales de accionistas, donde se toman decisiones importantes sobre el futuro de la empresa, como la elección de miembros del consejo de administración, aprobación de estados financieros y cambios en el capital social.
- Derecho a información: Los accionistas tienen derecho a acceder a la información financiera y corporativa de la empresa, como estados financieros, informes anuales y otros documentos relevantes para tomar decisiones de inversión informadas.
- Derecho de preferencia: En caso de una ampliación de capital, los accionistas tienen derecho a suscribir nuevas acciones antes que otros inversionistas. Esto les permite mantener su porcentaje de participación en la empresa.
La acción es un instrumento financiero que permite a las empresas obtener financiamiento y a los inversionistas participar en su crecimiento y rentabilidad. Al adquirir acciones, los inversionistas se convierten en socios de la empresa y obtienen derechos y responsabilidades asociados a su calidad de accionistas. Entender los distintos valores de la acción y los derechos que ésta otorga es fundamental para tomar decisiones informadas en el ámbito financiero corporativo.
Los tipos de acciones más comunes
Existen diferentes tipos de acciones, que otorgan distintos derechos y características a los accionistas. A continuación, se describen 3 de los tipos de acciones más comunes:
Acciones ordinarias
Son el tipo de acción más común y otorgan a sus tenedores los derechos básicos de un accionista, como el derecho a voto, el derecho a recibir dividendos y el derecho de información, entre otros (para más información puedes leer nuestro artículo sobre Riesgo moral en la Sociedad Anónima).
Los poseedores de acciones ordinarias asumen un mayor riesgo que los titulares de acciones preferentes, ya que, en caso de liquidación de la empresa, serán los últimos en recibir el reembolso de sus acciones.
El precio de las acciones ordinarias está determinado principalmente por las fuerzas de oferta y demanda en el mercado secundario. Factores que pueden influir en el precio incluyen la situación financiera de la empresa (por ejemplo, sus ratios financieros como el ROE, PER, P/B), sus resultados operativos (como el EBITDA y el margen de beneficio), la percepción de riesgo (medida por el coeficiente beta), las perspectivas de crecimiento (medidas por las tasas de crecimiento esperadas), los dividendos (medidos por el rendimiento por dividendo) y el contexto macroeconómico (tales como el PIB, la inflación y las tasas de interés).
Los inversionistas también pueden utilizar herramientas de análisis fundamental (basado en estados financieros y proyecciones) y análisis técnico (basado en gráficos, tendencias y patrones) para evaluar el valor intrínseco y el precio potencial de las acciones ordinarias.
Acciones preferentes
Estas acciones otorgan a sus tenedores derechos preferenciales en comparación con los accionistas de acciones ordinarias. Principalmente, en lo referente al pago de dividendos y en la distribución de activos en caso de liquidación de la empresa.
Las acciones preferentes generalmente se emiten para recaudar capital sin diluir el control de la empresa. Estas acciones tienen prioridad sobre las acciones ordinarias en el pago de dividendos y en el reparto de activos en caso de una liquidación.
Los inversionistas que poseen acciones preferentes no tienen derecho a voto en las reuniones de accionistas de la empresa, a menos que se establezca lo contrario en los estatutos de la empresa.
Estas acciones son menos volátiles que las acciones ordinarias, ya que suelen tener un dividendo fijo y no están sujetas a las fluctuaciones del mercado en la misma medida que las acciones ordinarias.
El precio de las acciones preferentes está influenciado por la tasa fija de dividendos (la cual se obtiene al hacer la división del dividendo preferente entre el precio de la acción preferente) que se paga a sus tenedores, así como por las tasas de interés del mercado y la percepción de riesgo crediticio de la empresa (medida por el rating crediticio).
Dado que las acciones preferentes tienen características similares a las de los bonos, su precio puede verse afectado por cambios en las tasas de interés (por ejemplo, los rendimientos de los bonos del gobierno) y otros factores que influyen en el mercado de renta fija.
Acciones sin voto o con voto limitado
Estas acciones, como su nombre indica, no otorgan derechos de voto o tienen derechos de voto restringidos en las asambleas de accionistas. Por lo general, las acciones sin voto ofrecen una mayor rentabilidad en términos de dividendos para compensar la falta de derechos de voto. Este tipo de acción es útil para los inversionistas que buscan ingresos por dividendos y no están interesados en participar en la toma de decisiones de la empresa.
Las acciones con derecho de voto limitado no tienen derecho a voto en asambleas generales ordinarias y en ciertos asuntos de las extraordinarias, pero sí en temas como la prórroga de la duración de la sociedad, la disolución anticipada, el cambio de objeto, el cambio de nacionalidad, la transformación y la escisión. A cambio, las acciones con derecho de voto limitado pueden ofrecer un rendimiento de dividendos más alto que las acciones ordinarias, ya que la empresa puede utilizar el capital para financiar proyectos de crecimiento en lugar de pagar dividendos.
En México, se reconoce el dividendo preferente para las acciones de voto limitado desde la LGSM de 1934. Este dividendo es fijo, anual y acumulativo, y equivale a al menos el 5% del valor desembolsado de cada acción según el artículo 113 de la LGSM.
El precio de estas acciones está influenciado por la rentabilidad en términos de dividendos y el desempeño financiero de la empresa. Dado que no tienen derechos de voto, los inversionistas que buscan ingresos por dividendos pueden estar dispuestos a pagar una prima por estas acciones debido a su mayor rentabilidad (medida por el rendimiento por dividendo).
Los tipos de acciones estratégicas
Las acciones también pueden convertirse en poderosas herramientas para alcanzar ciertos objetivos o modificar su estructura de capital. Aquí enlistamos 3 ejemplos que ilustran la versatilidad de este instrumento financiero (si bien no son muy comunes en México):
Acciones rescatables o redimibles
Estas acciones pueden ser recompradas por la empresa emisora en una fecha futura específica o en un periodo determinado. La recompra se realiza a un precio fijo o basado en una fórmula preestablecida. Las acciones rescatables otorgan a las empresas la flexibilidad de ajustar su estructura de capital en función de sus necesidades financieras y estratégicas.
Un ejemplo de una empresa mexicana que utilizó acciones rescatables es Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR). ASUR emitió acciones rescatables en 2014 como parte de una oferta pública de compra de acciones para financiar la construcción y ampliación de sus aeropuertos. Estas acciones tienen un valor nominal de 10 pesos y una tasa de interés anual del 6%. La empresa puede recomprar estas acciones a partir del 2024 a un precio de 11.30 pesos por acción.
Otro ejemplo es Fibra Uno. Este fideicomiso emitió acciones rescatables en 2018 para financiar la adquisición de propiedades comerciales y de oficinas en México. Las acciones tienen un valor nominal de 100 pesos y una tasa de interés anual del 7%. La empresa puede recomprar estas acciones a partir del 2028 a un precio de 120 pesos por acción.
El precio de estas acciones está influenciado por el precio al que la empresa puede recomprarlas (precio de rescate) y la probabilidad de que la empresa ejerza su opción de recompra (medida por la fecha de rescate y las condiciones contractuales). También puede verse afectado por factores similares a los que influyen en el precio de las acciones ordinarias y las acciones preferentes, como la situación financiera de la empresa, las tasas de interés del mercado y la percepción de riesgo crediticio.
Acciones de pago diferido
Estas acciones permiten a los accionistas realizar el pago del valor nominal de las acciones en cuotas o en una fecha futura específica. Este tipo de acción es útil para las empresas en etapa inicial que requieren capital, aunque no es de esperar que los inversionistas realicen el pago completo de sus acciones de inmediato.
El precio de estas acciones está determinado por la promesa de pago futuro (valor nominal diferido) y la confianza en la capacidad de la empresa para cumplir con sus compromisos financieros. Factores como el desempeño financiero y operativo de la empresa, las perspectivas de crecimiento y la percepción de riesgo pueden influir en el precio de estas acciones.
Acciones de trabajo o de esfuerzo personal
Son acciones que se emiten a cambio de servicios o trabajo prestado por empleados, directivos o fundadores de la empresa. Estas acciones generalmente no tienen un valor nominal, pero otorgan derechos similares a los de las acciones ordinarias.
En México no es común que una empresa emita acciones de trabajo o de esfuerzo personal como una forma de compensación para sus empleados. Las empresas suelen ofrecer salarios, bonos, prestaciones y otros beneficios como incentivos para atraer y retener talentos.
No obstante, existen algunas empresas en México que ofrecen planes de opciones sobre acciones o acciones restringidas a sus empleados como parte de sus programas de compensación. Estos programas suelen estar dirigidos particularmente a ejecutivos o empleados de alto nivel dentro de la empresa.
Un ejemplo de empresa en México que ofrece planes de opciones sobre acciones a sus empleados es Cemex, una de las principales empresas de cemento y concreto del mundo. Cemex tiene un programa de opciones sobre acciones para sus ejecutivos y empleados clave que les permite adquirir acciones de la empresa a un precio determinado en un plazo determinado.
El precio de estas acciones no se basa en un valor nominal y, por lo tanto, puede ser difícil de determinar. En general, el precio de estas acciones está influenciado por factores similares a los que afectan el precio de las acciones ordinarias, como el desempeño financiero y operativo de la empresa (por ejemplo, los márgenes de beneficio y los ratios de eficiencia), las perspectivas de crecimiento (medidas por las tasas de crecimiento esperadas), y la percepción de riesgo (por ejemplo, la volatilidad y el coeficiente beta).
Factores que influyen en el precio de las acciones
Como vemos, cada tipo de acción tiene sus propias características y beneficios, y su emisión depende de las necesidades y objetivos de la empresa. Por esto, antes de tomar decisiones de inversión, los inversionistas deben evaluar cuidadosamente las características y riesgos asociados a cada tipo de acción, en función de sus metas y perfiles de riesgo. Además, tendrían que considerar que hay factores externos e internos que también pueden afectar el precio de las acciones antes de realizar su inversión, como, por ejemplo:
- Eventos externos: Los eventos geopolíticos, las políticas gubernamentales, las condiciones económicas globales y los desarrollos tecnológicos pueden tener un impacto significativo en el precio de las acciones. Así, una guerra comercial o una crisis financiera internacional pueden provocar la caída de los precios de las acciones en todo el mercado.
- Anuncios y resultados de la empresa: Los anuncios de fusiones y adquisiciones, la publicación de resultados trimestrales y anuales, y los cambios en la dirección de la empresa pueden afectar el precio de las acciones. Los buenos resultados financieros y los anuncios positivos pueden aumentar la demanda de las acciones y, por lo tanto, elevar su precio, mientras que los malos resultados y los anuncios negativos pueden generar ventas y disminuir su precio.
- Sentimiento del mercado: El comportamiento y las expectativas de los inversionistas también pueden influir en el precio de las acciones. El optimismo o el pesimismo en el mercado pueden generar movimientos alcistas o bajistas en los precios de las acciones, independientemente de los fundamentos de la empresa.
- Liquidez y volumen de negociación: La liquidez y el volumen de negociación de las acciones también pueden afectar su precio. Las acciones con alta liquidez y volumen de negociación pueden experimentar movimientos de precios más rápidos y menos volátiles, mientras que las acciones con baja liquidez y volumen de negociación pueden ser más propensas a fluctuaciones de precios abruptas.
En resumen, el precio de las acciones varía según el tipo de acción y está influenciado por una serie de factores internos y externos.